Wednesday, November 29, 2006

Hojarasca moribunda


Los días han pasado por la casa y las hojas secas. Ayer caminé de tarde, y la hojarasca moribunda gimió bajo mis pies.

-¡Las hojas se están muriendo!

-Es producto de las nubes que han dejado de llorar…

-Me produce náuseas no verlas sangrar.

-Es que ellas no sangran, se secan… su sangre se evapora con el solecito del atardecer.

-¿Quieres decir que el calor de esta tarde soleada contiene partículas de sangre de estas hojas?

-Así es.

-Me cuesta trabajo creer que puedo recostarme con tanta muerte a mi alrededor. Y más aún, que no se me complica leer y respirar este aire al mismo tiempo.

-A mi también me cuesta trabajo creerlo.

-Los días están pasando.

-Si.

-Me he encariñado con este cúmulo de hojitas moribundas. En el fondo no quiero que mueran, aunque sé que debe ser así.

-Es la ley de la naturaleza. Mientras tú tomas café ellas mueren. Cuando ellas renazcan, tú serás quien deba morir.

-Estamos llenos de presagios funestos.

-Son los misterios de la naturaleza. Recuéstate, no hay peligro de mancharnos la ropa con sangre.

-Afortunadamente, solo que no puedo evitar las náuseas. Bueno, recostada se sienten menos. Ayer caminé de tarde, y la hojarasca moribunda gimió bajo mis pies…

-Shhh!! No pienses más en eso. Ellas comprenden que es imposible para la raza humana volar.

Noemí Mejorada at 9:40 PM

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Negra sombra


Foto:Katarzyna Widmanska


Uno nunca sabe si se está a punto de morir. El punto es que la muerte negra llega y se mete en el cuerpo sin avisar. Uno no percibe cuando la muerte toca la nariz de su víctima para dejar correr su veneno. La víctima, generalmente, se encuentra paseando o tomando un café. Uno quisiera adivinar el momento justo en el que terminará de entumirse todo. El problema es que lo que se entume primero es la conciencia.

Ser la víctima indudable y única de ese ser que vive de noche es un privilegio. Salgo a la calle y sé que ya jamás estaré sola. Voy al cine… a un bar. La presencia negra. Y su sombra parada al lado de mí… y mi sombra la abraza sumida en sollozos.

En este momento tengo entumida la conciencia, la voz, el llanto… espero el momento en que no pueda levantarme nunca más de esta silla.

Anoche salté desde mi ventana. Para caer. Para recuperar la movilidad… arrastrando lo que quedaba de mi, salté...inútil suicidio, me levantaron unas oscuras manos de entre la sangre y el concreto.

Noemí Mejorada at 6:33 PM

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Sunday, November 26, 2006

Mi fin en la ambulancia


Foto: Lilia Corneli
“No se muere de haber nacido, ni de haber vivido, ni de vejez. Se muere de algo… No hay muerte natural; nada de lo que sucede al hombre es natural puesto que su sola presencia pone en cuestión al mundo. Todos los hombres son mortales; pero para todos los hombres la muerte es un accidente y, aun si la conoce y la acepta, es una violencia indebida.”

SIMONE DE BEAUVOIR. Una muerte muy dulce.



Un muerto habla por mi boca. Quizá sea porque este cuerpo ha dejado de existir.

Y mi boca está cerrada; y el muerto habla a través de su silencio.
No esperé que la nostalgia hiciera efecto tan pronto y me matara de esta forma tan violenta.

Pero lo hizo. Me mató.

Una semana sentada frente a mi pecera… observando. Resultado: inanición.

Maravillada por la tremenda nostalgia dejé caer mi cuerpo aletargado. Pensando no se en qué.

Maravillosa nostalgia. Asesina nostalgia.

La ambulancia tardó poco más de 20 min. Golpearon a la puerta… la nostalgia, abrumada por la culpa, escapó.

Noemí Mejorada at 9:28 PM

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Wednesday, November 22, 2006

Poupette


Alguien me dijo un día que esta muñequita regalaba alegría… hoy no estoy tan segura. Lo que si puedo afirmar, es que sabe escuchar.

Y es que cuando la Reina Galáctica habla, el ambiente lanza al infinito miles de destellos plateados. Como una lluvia de estrellas. Entonces la muñequita abre muy bien sus enormes ojitos y presta mucha atención. Lo que pasa es que admira, irremediablemente, a la Reina Galáctica. Y aparte le gusta el plateado.

Ayer soñé que la muñeca cruzaba la línea de un gran reino en ruinas. Dio dos pasos y observó las estrellas. Atrás los fantasmas; al frente las estrellas. La pequeña muñeca enmudeció… esa noche soñó con una sonrisa en la boca.

Noemí Mejorada at 9:33 PM

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Tuesday, November 21, 2006

Lo que yo preferiría


Preferiría no ver los pedazos de pie que se arrastran bajo la cama… están sucios y me dan miedo. Preferiría tomarme el pelo y salir a tomar un café sola o acompañada…

Noemí Mejorada at 10:17 PM

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Monday, November 20, 2006

Rosa

Si lo que busca usted es volver a ver la vida color de rosa... alce los brazos en posición horizontal y gire sobre su propio eje...

Si lo que desea es que el entorno en el cual se encuentra usted parado estalle en miles de millones de rosas multicolores... continúe dando vueltas hasta que sienta el asco subir por su garganta...

Si lo que anhela usted es tener la certeza de que de su boca y de sus ojos escurrirán los millones de tonos que surjan de esta maravillosa manifestación... lance una moneda sobre el mantel...

y

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Foto: Lilia Corneli

Noemí Mejorada at 6:13 PM

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Friday, November 17, 2006


"Tenía que ser usted, amor mío, alguien tan estrechamente ligado conmigo, que ya no se distingue lo suyo, de lo mío. La quiero"

Fragmento de carta escrita por Jean-Paul Sarte a Simone de Beauvoir

Noemí Mejorada at 11:13 PM

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Wednesday, November 15, 2006

Símil de una ejecución perfecta


Un testigo tembloroso salió corriendo de la habitación y el verdugo pudo vendarle los ojos. Espera en silencio... shh…

El filo de la navaja se paseaba muy cerca de su pecho en movimientos circulares. Parecía decidida a sacudir el sobresalto que esperaba intranquilo… justo detrás de la espesa oscuridad que se escondía debajo de la venda.

Un silbido; un rostro cubierto y lo que acecha detrás. Un verdugo que canta mientas se cubre el rostro. La felicidad; entera felicidad…

Asfixia; una mirada apagada… a la espera… en silencio. Mudez y ceguera. Una mano que tiembla e imagina. Una soga que presiona las venas. Muerte próxima; y las lágrimas se escaparon como si al salir de las cuencas quedara asegurada su supervivencia.

La felicidad hundió el filo de su navaja en una incisión perfecta… el sobresalto no tuvo tiempo de reaccionar para escapar…

Noemí Mejorada at 11:54 PM

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Friday, November 10, 2006

Reina rota

Foto: Lilya Corneli
Existió, hace mucho tiempo, una reina que reinaba tras las ventanas de una gran torre. Desde lejos se observaba (aún se observa). Quienes la conocieron dicen que tenía el corazón seco. En un tiempo, su reino era infinito, y ella, flotaba dejándose llevar por las corrientes de todos sus ríos. Pero su corazón, de golpe, se entumió.

No se sabe exactamente cuándo, pero dicen que la reina comenzó a morir, o mejor dicho, a vivir una muerte constante. Su agonía retumba en las paredes de su gran torre, es la música que acompaña en sordina al viento inerte; el aliento que le regala un día más, dos días más, tres días más…

Hay días que parece que hay vida dentro de la torre, sobre todo en las mañanas… el otro día, juro que la vi.

Si la reina construyera un gran ataúd, en el que pudiera guardar su torre y su corazón, nuestro reino se derrumbaría… quizá sea lo mejor. La reina muerta, mito inadmisible, la reina está muerta, reino insostenible. Quizá sea mejor dejar caer lo insalvable, ya no es suficiente la ligereza de su aliento. Los minutos se han vuelto la eterna espera, todo cuanto habita este reino se desahucia.

No es culpa de la reina, es de las noches asfixiantes; del silencio que protege las palabras, del nudo en la garganta que impide que pueda hablar de una vez por todas: “tengo seco el corazón… es momento de secar las lágrimas que se filtran por las paredes de mi gran torre” La agonía de la reina perpetúa la de sus súbditos, de no iniciar la construcción del ataúd, corre el riesgo de convertirse en verdugo.

La reina está muerta. Dulce reina rota, muerta en vida, nos queda una posibilidad. ¿Es justo dejar morir a todo un reino? Es justo cuando sus habitantes se han convertido en fantasmas, es justo, cuando la ceguera ha alcanzado hasta a la propia reina.

Un día, se acercó al espejo… lo que vio… ¿cómo había sido posible que no se hubiera percatado? ¿cómo había sido posible que la oscuridad fuera tan espesa?... el reflejo del espejo estaba vacío. Ya no era la reina la que habitaba la gran torre, era una sombra ausente, incapaz de reflejarse, era el inmenso vacío en el que yacía su alma muerta.

Dejar ir, dejar salir, el viento, el aliento, las sombras, dejar que caiga todo, soltar sus propias manos si es necesario, dejar que el derrumbe acabe con todo, los fantasmas, el corazón, las palabras, el nudo en la garganta. Hasta que solo quede la reina y su silencio.

Ya no será necesario renacer aquí, la reina que emigra, una reina que emerge de la tierra, una reina en la búsqueda-espera de un nuevo reino. ¡Cuánto lo siente la reina! ¡cuánto extrañará a los fantasmas! De lejos se observan los colores, toma tiempo curar la ceguera…

Noemí Mejorada at 9:38 PM

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Sunday, November 05, 2006

Son los corazones rotos

-Son los corazones rotos- dijo una boca completamente segura de aquellas palabras.

Segura por las experiencias, plantada en la idea como las flores de invernadero. Esa es la cuestión, somos corazones rotos sembrados en cuerpos circulares, limitados por paredes de barro, corazones resquebrajados tras la caída.

Fuimos flores de ecosistema, pero los bichos carcomieron todo cuanto había. Nos llenamos de plagas, de bichos de diabólicas intenciones, de ojos de llanto. Nos hemos quedado incompletos, somos flores de ambiente artificial.

Ya no compartimos ni la tierra; nos hemos habituado a fuerza de destino.

Un día desperté de un largo sueño inducido por somníferos hace ya varios años. Después de abrir los ojos me di cuenta de que me había llenado de pétalos plastificados. Desde entonces, he dejado de temerle a los inviernos.

Foto: Lilya Corneli

Noemí Mejorada at 6:56 PM

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Friday, November 03, 2006



¡Divertido suicidio colectivo!

foto: Lilya Corneli

“La muerte es dulce” Se dijo, y tiró decididamente del gatillo… NADA. Se esperaba retumbar el ¡bang! más fuerte en cada uno de los oídos presentes… pero nada: pasó el arma a su lado derecho, que fue nerviosamente recibida por una mano temblorosa.

“No es divertido” Pensó nerviosa, y tardó un minuto en decidirse a disparar contra su sien. El sudor escurría en gruesas gotas. Tenía la impresión de haberse encogido tanto que casi estaba segura de que podía nadar dentro de su vestido. Por fin… ¡bang! El sudor seguía escurriendo, y mantenía la pistola en posición de ataque. No se había escapado ninguna bala. Su corazón latía aceleradamente y temblaba. Una mano le arrebató la pistola y la pasó a la siguiente participante.

Sentía mareos, y un asco en la garganta que apenas podía disimular. Suspiró tan fuerte que parecía que intentaba absorber del aire inerte la valentía que le hacía falta. Uno, dos, tres… el reloj, los segundos. Cuatro, cinco, seis… y su inseguro dedo renunció. Cayó de espaldas y se tiró a llorar… dejó el arma en el piso.

Simulando control y fuerza en las piernas la chica que se encontraba a su lado se levantó y tomó el revolver. De pie, apuntó contra su cabeza y disparó. Una bala golpeo fuertemente. La sangre comenzó a derramarse…

Una segunda bala fue introducida al revolver y la ruleta siguió corriendo. Al finalizar el acto, todas nadarían, porque era seguro que se formaría un espeso río de un intenso color rojo. Era lo prometido. Se trataba en realidad de un juego, de representar una divertida muerte de juguete, la que juega a morir y después salta, la muerte de papel, papiroflexia que toma unas tijeras y las encaja en los papeles de colores que se encuentran sobre la mesa: un revolver de papel.

Los vestidos cayeron al piso, los cuerpos diminutos nadaban entre ellos.

Noemí Mejorada at 10:13 AM

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